11.04.2024 • 5 min. tiempo de lectura
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La comisión del agente inmobiliario es una parte importante de muchas transacciones inmobiliarias. La comisión del agente, también conocida como comisión de intermediación, son los honorarios que percibe un agente inmobiliario por intermediar en la compraventa de una propiedad. Suele calcularse como un porcentaje del precio de compra y puede variar según la región y el tipo de propiedad. La comisión cubre los costes de los servicios del agente inmobiliario, como la valoración de la propiedad, la comercialización, las visitas y la tramitación del contrato.
Regulación de la comisión del agente inmobiliario: ¿quién paga cuánto?
Hasta hace poco, era habitual que la comisión corriera a cargo únicamente del comprador. Esto solía acarrear elevados costes para el comprador.
Con la nueva regulación de la comisión de los agentes inmobiliarios, esta práctica ha cambiado. La resolución aprobada por el Bundestag el 14 de mayo de 2020 dio lugar a una regulación nueva y uniforme sobre la distribución de los costes de intermediación. Esta ley marca la conclusión de un largo proceso legislativo para la distribución justa de la comisión de los agentes inmobiliarios en la venta de propiedades. La nueva ley entró en vigor el 23 de diciembre de 2020.
¿Pero quién paga la comisión del agente inmobiliario en una venta? Desde la introducción de la nueva normativa, el comprador y el vendedor suelen repartirse la comisión a partes iguales. Con ello se pretende reducir la carga de los compradores y hacer que el mercado inmobiliario sea más justo.
Para los compradores de inmuebles, la nueva normativa significa que ahora sólo tienen que pagar la mitad de la comisión del agente inmobiliario. Esto puede suponer un ahorro considerable, especialmente en el caso de propiedades caras. Sin embargo, el reparto exacto de la comisión entre el comprador y el vendedor es negociable y puede variar de un caso a otro.
La nueva normativa también tiene implicaciones para los vendedores de propiedades. Como ahora tienen que pagar parte de la comisión del agente inmobiliario, pueden resultar menos atractivos para los compradores potenciales. Esto puede afectar al precio de venta y al tiempo que se tarda en comercializar la propiedad. Por lo tanto, los vendedores deben considerar el impacto de la nueva normativa en su estrategia de venta y fijación de precios.