Villa sul Mare: Elegancia y confort en Castiglioncello

Frente al mar de la renombrada localidad de Castiglioncello, ofrecemos esta espléndida villa en una posición prestigiosa y panorámica.

Rodeada de un exuberante jardín privado de 750 metros cuadrados, la villa cuenta con un característico acceso rodado que, a través de un exuberante camino verde, conduce a un amplio garaje para aparcar coches. El gran espacio verde que envuelve toda la residencia, embellecido con arbustos y plantas en flor, es el lugar ideal para relajarse en los calurosos días de verano, organizando comidas y cenas en la veranda exterior.

La superficie interior de 270 metros cuadrados se distribuye en tres niveles y alberga tres cómodos dormitorios y tres cuartos de baño. La planta baja de la propiedad se abre a un amplio espacio abierto bien iluminado por grandes ventanales, dividido en una sala de estar con una característica chimenea y un espléndido comedor, así como una cocina con acceso directo al jardín. Los grandes ventanales que dan al jardín proporcionan luz natural, dando a las habitaciones un ambiente cálido y acogedor. Subiendo las escaleras se encuentra la cómoda zona de noche, con dos dormitorios cada uno con su propio cuarto de baño. En el sótano hay un tercer dormitorio con baño, excelente para invitados o personal, así como una gran sala de ocio.

Ѐ parte de la propiedad es un local comercial frente a la carretera de unos 80sq.m. que también es excelente como una sala de almacenamiento de barco.

Castiglioncello, pueblo etrusco que data del siglo IV a.C., domina un pequeño promontorio que es el último retoño de los montes de Livorno. Situado en una posición panorámica privilegiada, lejos de las grandes vías de comunicación, ha permanecido sin descubrir y virgen hasta los tiempos modernos, con sus frondosos bosques de pinos y sus espectaculares acantilados con vistas al mar de Liguria.

La naturaleza no es sólo un marco, sino la esencia misma de estas tierras: El aroma de pinos, tilos y tamariscos perfuma el aire y se mezcla con el olor de lo salobre; el matorral mediterráneo se extiende hasta la playa casi uniéndose al mar cristalino; y los olivares, encinares, alcornocales y castañares han moldeado el espíritu salvaje de la Maremma, mientras que su antiguo corazón se mantiene vivo gracias a los pueblos de piedra que se asoman como aves de rapiña sobre las verdes ondulaciones y los contornos azules del archipiélago toscano.

Castiglioncello, Bandera Azul de la Unión Europea, forma parte del territorio más amplio de la llamada Costa degli Etruschi, organizada en parques y zonas protegidas, oasis naturales y refugios de vida salvaje.

Acantilados rojos que se asoman al mar, bahías resguardadas, playas y calas bañadas por aguas transparentes, un espléndido pinar: este pueblo de pescadores, por su belleza, ha inspirado a artistas, pintores, escritores y poetas, buscados por muchos protagonistas del mundo de la cultura y el espectáculo.

Estación turística de gran prestigio internacional, la perla del mar Tirreno posee un encanto único. La fortuna turística de Castiglioncello comenzó en la segunda mitad del siglo XIX, cuando, debido al clima suave y a la belleza del paisaje, diego Martelli, crítico de arte y mecenas, estableció allí su residencia. Aquí invitó, de forma continuada hasta finales de siglo, a casi todos los pintores, que más tarde se hicieron famosos, del grupo Macchiaioli, dando lugar a un periodo artístico conocido como la Escuela de Castiglioncello.

Destino siempre solicitado por ilustres personalidades del mundo del arte, la cultura y el espectáculo, es hoy uno de los centros turísticos más renombrados, conocido en Italia y en el extranjero por la belleza de su paisaje, por la calidad y el refinamiento de los servicios que ofrece y por las iniciativas culturales y asociativas de gran valor que promueve.